Medidas de control para la Mosca de las Alas Manchadas
Medidas de
control para la Mosca de las Alas Manchadas
Mayo 3, 2021
Académicos Instituto de
Producción y Sanidad Vegetal
Dr. Esteban Basoalto, Entomólogo, Instituto de Producción y Sanidad
Vegetal, Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias, Universidad Austral de
Chile.
En nuestro país fue detectada a mediados de 2017, en la región de
La Araucanía, para luego distribuirse al norte y al sur, abarcando a la fecha
desde la Región de Coquimbo a Aysén (SAG 2021), Basoalto explica que esta plaga
prefiere la fruta sana, en maduración o ya madurada de la mayoría de los
frutales menores; como arándanos, frambuesas, zarzamoras y frutillas. Además,
afecta cerezas, uvas y otros frutos de pulpa blanda.
¿Cómo reconocerla?
El Dr. Basoalto señala que al igual que muchas moscas del vinagre, D.
suzukii es muy pequeña, los adultos miden de 2 a 3 mm de longitud, con
la hembra levemente más grande que el macho. Cuerpo de color amarillo-marrón,
presencia de bandas oscuras en el abdomen y ojos rojos.
Su oviposición ocurre, preferentemente, cuando la fruta comienza a
madurar o a cosecha y los frutos afectados casi no muestran señal de daño.
Posteriormente, se desarrollarán pequeñas larvas (hasta 3,5 mm) de color
blanquecino y sin patas visibles, permitiendo la entrada de patógenos. Los
daños por estos organismos son evidentes en postcosecha, resultando en pérdidas
significativas.
Los adultos viven cerca de dos semanas y las hembras pueden depositar hasta
100 huevos por día, con máximos de 300 a 384 huevos en toda su vida. Su
identificación no es simple dado que muchas Drosófilas pueden ser atraídas por
trampas y fruta en descomposición. Siendo necesario valerse de una lupa de mano
o una estereoscópica (de laboratorio) y examinar las mosquitas atrapadas.
“Aunque especies nativas tienen parches obscuros en las alas, no tienen
manchas circulares definidas, como los machos de Drosophila suzukii;
ni tampoco las dos bandas oscuras (peines sexuales) en el primer par de patas.
La identificación de las hembras (sin alas manchadas) se basa en observar el
ovipositor, que es alargado, similar a una sierra, con dientes continuos y
endurecidos”.
Monitoreo y Manejo
El entomólogo de la UACH Prof. Basoalto sostiene que el manejo de esta
plaga es complejo, por su biología, potencial abundancia y disponibilidad de
diferentes hospederos, a través de la temporada; además, por su capacidad de
desarrollar varias generaciones por año (con ciclos de 8 a 25 días, aunque las
hembras pueden sobrevivir varios meses en invierno). “En adición, enfrentamos
la cero tolerancia a fruta para fresco infectada (presencia de huevos o larvas)
y reducida oferta de insecticidas registrados para su control”.
En ese contexto aclara que el monitoreo es esencial para detección
temprana de su presencia y focos. Existen trampas comerciales y caseras, que
usan atrayentes específicos, vinagre de manzana o mezclas de atrayentes
alimenticios.
Es por ese que recalca que las trampas se deben instalar antes del
pintado de bayas, en sectores críticos como: deslindes, sitios de procesamiento de fruta y el cultivo.
Siempre en áreas sombreadas, dado que no gustan de volar a pleno sol. El número de trampas sugerido
(SAG), es al menos 1 trampa por hectárea
y en cada zona crítica; en huertos con superficies
menores a 1 hectárea considerar al menos una trampa por huerto o cada cultivo presente.
“La experiencia mundial destaca medidas de manejo cultural, que incluyen
la remoción y destrucción de la fruta
demasiado madura y plantas hospederas silvestres o asilvestradas (como
frambuesas, zarzamoras, etc.) cerca del cultivo; además, es crítico
realizar la cosecha a tiempo”, advierte el docente.
Por eso explica que, si se llega a detectar Drosophila suzukii,
se debe implementar un programa de
manejo basado en el monitoreo y con herramientas de control, como
insecticidas registrados (en especial productos con acción de Knock-Down);
entre los que destacan spinosinas,
piretroides y diamidas”, subraya.
En este último ámbito destaca que “la lista de plaguicidas registrados
para su control está en permanente actualización y disponible en la web del
SAG. También se debe tener presente la realización de monitoreo
adicionales para determinar su distribución aproximada, y áreas más críticas
dentro y en el entorno del huerto. Junto a lo anterior no se deben descuidar
las medidas de control cultural.”
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